Detenete unos minutos...
En medio del trajín del día, nos hace bien sacar la mirada de la rutina para mirar la vida desde otro ángulo.Sí: la perspectiva cambia.
Podemos ver cosas que no habíamos considerado. Descubrimos matices de lo que vemos a diario. Tal vez podemos entender el por qué de algo (o el para qué). Tomar consciencia del entorno que, a veces por causa de la cotidianeidad, queda olvidado.
Nos detenemos unos minutos, a considerar, a pensar,...y es así como cobran importancia (o la recobran), esas cosas relegadas por el ritmo frenético. Encontramos un hermoso cuadro. Sí, redescubrimos la vida cuando nos detenemos. .
No dejes que el ritmo actual te haga perder de vista lo verdadero, lo que vale la pena: la vida misma, el bien, los seres queridos, los afectos.
De la misma manera, no dejes que nada te haga perder de vista a Jesús.
Detengámonos unos minutos; hablemos con Él en oración. Verás que todo cambia. Habrá otra perspectiva.
Hay una vida en Dios que espera que la descubramos día a día: ¡para verla, disfrutarla, y compartirla!
Podemos ver cosas que no habíamos considerado. Descubrimos matices de lo que vemos a diario. Tal vez podemos entender el por qué de algo (o el para qué). Tomar consciencia del entorno que, a veces por causa de la cotidianeidad, queda olvidado.
Nos detenemos unos minutos, a considerar, a pensar,...y es así como cobran importancia (o la recobran), esas cosas relegadas por el ritmo frenético. Encontramos un hermoso cuadro. Sí, redescubrimos la vida cuando nos detenemos. .
No dejes que el ritmo actual te haga perder de vista lo verdadero, lo que vale la pena: la vida misma, el bien, los seres queridos, los afectos.
De la misma manera, no dejes que nada te haga perder de vista a Jesús.
Detengámonos unos minutos; hablemos con Él en oración. Verás que todo cambia. Habrá otra perspectiva.
Hay una vida en Dios que espera que la descubramos día a día: ¡para verla, disfrutarla, y compartirla!
No hay comentarios:
Publicar un comentario