Una palabra puede cambiar rumbos, decisiones, situaciones y vidas.
"La palabra a su tiempo,¡cuán buena es!"(Proverbios 15:23).
No es necesario decir demasiado, sino suficiente. Suficiente para animar, para afirmar, para mostrar afecto, confianza, respaldo; para encauzar; para reconsiderar; para esperar, o para decidir.
No dudés en hablar cuando considerás que es palabra buena y a tiempo. Si es palabra que edifica a los demás, aunque breve, ¡será más que buena!
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