Cada vez que queremos recordar algo importante, lo anotamos y lo ponemos a la vista. Dios hace lo mismo, por eso en la Biblia anotó el nombre de seis mujeres para recordar: una comerciante, una abuela, una madre, una modista, una esposa fiel compañera de ministerio y dos mujeres de una misma iglesia.
La comerciante
Lidia era vendedora de púrpura y vivía en Filipos. Adoraba al Señor y oraba junto al río, con otras mujeres piadosas (Hech.16:14-15). Allí estaba ella el día que llegaron al lugar Pablo, Timoteo y Lucas a Filipos por primera vez. Y escucharon la predicación de Pablo y Lidia creyó y fue bautizada. Lidia se convirtió en la primera persona cristiana de Europa. Con ella se inicia el cristianismo en Europa. Tal era su hospitalidad que albergo a estos misioneros en su casa. y allí se reunían a orar todos con lo que se constituyo en la iglesia de Filipos, primera iglesia cristiana en el continente europeo. Iglesia que recibiría, luego, cartas de Pablo.¿Que tenía de especial Lidia? Un corazón dispuesto.
La abuela y la madre (2da. Ti. 1:5)
¿Estás en casa con los niños? ¿Te toca cuidar a tu nieto?¡Estás en un lugar excelente! La abuela Loida y la madre, Eunice, cuidaban de ese niño al que educaban en la fe. No sabían que él se convertiría en Timoteo, el compañero de Pablo, pastor a cargo de las iglesias que fundaba el apóstol, guía de nuevos cristianos. Un renombrado obrero de Dios cuyo nombre llevan dos libros de la Biblia. ¿Que tenían Loida y Eunice? Eran mujeres de fe.
La modista (Hech. 9:36-42)
Dorcas era conocida por su amor y su servicio a otros, usando sus manos, confeccionándoles vestidos. Servía con lo que sabía y tenía disposición. Al morir, fue reconocida por ello y llorada por sus conocidos. Una oración de fe la resucita.¿Qué tenía de especial Dorcas? Era una mujer dispuesta a servir a otros.
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