Todas las Noticias

23 de noviembre de 2012

Bendecir la Ciudad

Una ciudad es gente, personas, historias individuales y colectivas; es idiosincrasia, es jerga, es cultura, es arte, es vida. Queremos bendecir la ciudad en que vivimos. Y hay muchas maneras y muchos ámbitos. Siempre hay mucho por añadir al progreso, ideas loables para implementar con alcance social… Pero como decía, ciudad es personas; por lo tanto la meta es, más allá de los hechos y los proyectos, que las personas reciban la bendición de Dios. “Te bendeciré y serás bendición”, dijo Dios a Abraham. Como hijas de Dios somos bendecidas de igual manera, para ser de bendición en el contexto en que vivimos. 
Sí; tal vez te parezca que no tenés el tiempo o la oportunidad para predicar tu fe. Pero al cuidar de tus hijos, al velar por tu familia, al orar, al ejercer tu profesión con integridad, al vivir haciendo el bien, al hacer la voluntad de Dios, tu conducta (tu ejemplo) predica el amor de Dios. ¡Tu vida bendice!..Gracias por la vida de Cristo en nuestro medio, ¡la bendición de Dios que “es la que enriquece, y no añade tristeza con ella”! (Pr.10:22) Y el Señor dará todo lo demás por añadidura, y pondrá en los corazones “el querer y el hacer”. La mayor bendición para nuestra ciudad, lo que tenemos para compartir, ¡es Jesús!

Ciudad para disfrutar, ciudad para amar

Cuando la ciudad de Buenos Aires se convirtió en la capital de la República Argentina, comenzó a gestarse la creación de la capital de la provincia de Buenos Aires.
El entonces gobernador Dardo Rocha fue el encargado de llevar adelante esa obra y el ingeniero Pedro Benoit fue quien comandó al grupo de urbanistas que pensaron su traza. Un cuadrado, con diagonales que lo cruzan, y con bosques y plazas. Ciudad a la que llamaron  La Plata, con espacios verdes y lugares de encuentro que invitan a disfrutarla.
En esta localidad vivimos 599.000 habitantes (según el censo nacional 2001),  a 130 años de su fundación se ha convertido en el centro urbano más importante de la provincia.
La ciudad en la que vivimos vos y yo, nuestro lugar en el mundo,  donde deseamos llegar a viejitas rodeadas de nuestros afectos y de nuestros amigos, donde queremos progresar y amar ¡lo compartimos con otras 597.000 personas!.
Y ¿Cómo podemos amar mejor a nuestra ciudad, a nuestros vecinos? Quizás podamos seguir los consejos de nuestro Señor, que nos invita a orar, a buscar su rostro y a pedirle Paz, especialmente para el sitio que todos habitamos.

En la Biblia dice:

"Si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra” 2 Crónicas 7:14.

“Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman. Sea la paz dentro de tus muros, y el descanso dentro de tus palacios.” Salmo 122: 6 y 7.

“Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel” Isaias 1: 26.

“Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz” Jeremías 29: 7.

“Porque yo se los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” Jeremías 29: 11.

Para recordar